viernes, 24 de junio de 2011

Calcetas Humanas

Observar el frío matutino, en el crespúsculo y en el ocaso, qué más puede esperar para pernoctar. Frío lógico por aquellas calcetas humanas desaparecida, pies descalzos caminando por vidrios rotos, pegados si pegamento. Mas era briza helada caminando por vuestros lugares, inocentemente sin darnos cuenta. Una fatiga de algo que se veía hermoso, transformado en una incertidumbre roja y azul. ¿Qué más puede hacer un maniático ilógico frente a la fatiga?, dejarla descansar. Creo haber visualizado una de las calcetas, pero a pesar q es la misma, falta el par. Distinta a lo original, escondida en el umbral descansa y es tan escasa. Mírala, observa, triste por la oscuridad. Teje otra dicen los cercanos, busca y recupera los lejanos, pero nada dicen las lanas y palillos, los dueños y el humano. Caminemos a pies descalzo, por el frío y descalzo.

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