Tres Dos Uno ¡Boom!

Aquel día se acostó, luego de haber disfrutado de un tibio día en su planeta, pero dentro del real frívolo. Acostado, pensado en cómo poder volver a revivir ese calor, calor que jamás volvería a ver. Recuerda aquel día en el futuro próximo, pero imagina el pasado cercano, su luto se nutre de la soledad y esta combatida de lo ocurrido antes de dormir. Despertar con una noticia ilógica en su momento, lógica de una cotidianidad, que ahora no es capaz de rescatar nada, simplemente por no querer seguir agrando vuestra herida, la herida de que día. Lloras frente a un brazo, abrazas un cuerpo que responde a la necesidad de una máquina pensante, infame e ingenua, capaz de dar todo para ganar nadad. Luego de un sueño frustrante, no sabía que era sólo el presagio de lo que pronto vendrá, una noticia, aquel mundo invadido y destruido por el agotamiento natural de cualquier situación, una situación que ayuda a crecer, pese al quiebre en el timón del barco, parchado con cinta, parchado con alcohol. Sin saber del aquel día, aquel hombre sigue su camino, con aquella cruz que alguna vez escribió, que alguna vez conoció, y que siempre llevará.

Lo que realmente pasa

Dibujar en el cielo un cuento, escribir en el mar la historia, vivir sus acontecimientos en tierra. Quién dijo que todo esto era fácil, encontrar lo opuesto compatible a lo negativo, cátodo que hace fluir un as de luz con el ánodo, en un vacío, en un mundo lleno de luz y calor, un mundo en donde sólo 2 pueden hacer aquella magia. Cuesta aceptar la realidad en que viven estos individuos, cuesta aceptar dejar partir y atesorar lo que más quieres, lo más importante para ti. Cuantas veces leíste aquel libro escrito por un europeo que cayó en el Sahara, en donde se encuentra con un niño inquieto y preguntón, pero sabio y tranquilizador. Cuantas veces has jugado con aquella armadura oxidad quitada por Berlín, en 3 castillos duros de caer. Cuantas veces encontraste aquel nirvana, cuantas veces encontraste aquel Tom, cuantas veces encontraste un abrazo sin la necesidad de pedirlo, cuantas veces, cuantas veces. Ahora lo vez desde la otra vereda, viendo lo que era tú posición en 3º persona, y aquél desde la que alguna vez fue, capaz sufriendo, capaz llorando. El orgullo y la indiferencia me hacen fuerte para lo que no soy, sin saber que me destruye y provoca volver a caer. Si realmente quieres, corre y abrázalo, dile las cosas, cosas que son, cosas que no son. Solamente la única solución no está en una receta, ni la tiene el doctor, la tienen aquellos habitantes del mundo secreto, un secreto de estado que sufrió una alteración, un estado secreto que falló su placa más amplia.

No escondas, dilo y él será capaz de responderlo

Historia distintas. distintas historias

Historias distintas, tiempos distintos, vivencias distintas unidos por un solo sentimiento. ¿No era esta la historia entre un cabernicola que aprendía a cuidar y de un dinosaurio sencible a cualquier estrago? Un aburrimiento de la cotiniadidad o quisas un agotamiento de la falsedad. Quién sabe, cuando son ambos quienes deberían saber. Un medio en el cual viven los incomunicados, son expresados las cosas metafóricas, que en la realidad se vuelven palabras entendibles. En el no imaginar están los grandes tesoros guardados, mientras q imaginarlos pierden la magia de su ser. Nunca imaginé comenzar, nunca imaginé en ´´terminar``. Nada será igual antes o igual a despues, más que un tazón de café triste, es un café sin azucar. Olvidar no sirve, llorar llena tus espacios de agua y hablar alivia el latir rojo. Decifra las cosas, da gracias y no queden sin hablar, el tiempo es corto y relativo, un cabernícola es tímido, menos cuando está en confianza.