Las historia las gomas y correctores las pueden borrar, solo el ser humano es capás de borrar por su propia conciencia y es hay donde los errores vuelven a caer y no quiero que ocurra contigo.
domingo, 20 de febrero de 2011
Acorralado
´´Papá vamos terminan como lo dice el Apestoso Fes en la película?``, atónito, como fuera aquella vez que tres almas cruzaron un puente en común que se collerón y volvieron a juntar. ´´No lo sé, el tiempo decidirá``. Mente con sangre fría donde debería estar caliente, neuronas congeladas y puertas que se abren. Recuerdos que escurren fácilmente por un horizonte que cuesta ver , tapado por la proa de un barco que circula vertical en el horizonte. Matemática pura en ámbitos donde ni las letras pueden expresar sentimientos y los sentimientos no lo pueden expresar las letras. Basta con seguir preguntando. Mi hijo, un principito que corre por calles de un libro que escribo cada día sin darme cuenta. ´´Papá, te puedo pedir un favor? Comprarme ese libro llamado principito?``. No cuestionaré tus decisiones por querer, quiero que seas mejor que yo. Acorralado entre sentimientos encontrados. Creces pero a la vez es cada vez menos tiempo que me queda para disfrutar. Crecen nuestros sentimientos, los trasformamos en lápices que hablan al escribir en hojas que jamás vemos pero guardamos en nuestros choques eléctricos. Los libros ayudan, las letras y números ayudan a llegar a lo exacto. Lo invisible no es exacto y lo exacto es invisible. Vemos lo que quiero ver y yo hijo, quiero ver tu invisibilidad no en lo exacto de saber, si no en lo exacto de entender y esto sea invisible pero que refleje un rayo incidente que rebote de manera de bisectriz.
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