Quizás podemos leer mentes sin darnos cuenta de lo que
realmente hablamos en nuestras míseras bocas. Si algunas vez todos los
filósofos, desde Sócrates hasta más allá de Nietzsche, es la incapacidad del
ser humano al demonio llamado Hombre involucionado que tropieza con la misma
piedra más de una vez. Hoy no es la excepción. Río y canto sin saber dar cuenta
que por dentro puedo hablar en mi mundo, navego en él, inhibiendo cosas que
podré sufrir sin dar cuenta de lo maravilloso que puede llegar hacer. Decir no
más, ¿para qué? ¿Para no sufrir de nuevo otra vez por la ingenuidad del
estúpido? Ilustrar la mente es excelente para el crecimiento humano,
dependiendo de la ilustración es que el ser humano puede alcanzar la gloria del
éxito y la miseria del amor, algo que no enseña libros, lo enseña las personas,
la vida sin imaginación, si no , la imaginación de la vida. Me apesta la
soledad, me apesta saber lo que realmente siento y no poderlo en práctica, ver
como se desvanece, ver como se escapa, ver cómo te vas. Lloro y qué saco si ya
no hay nada que hacer y hacer de la nada algo resultaría algo ilógico
descabellado de la mente inhumana. Los besos se ganan, no se piden, no se
roban, solo de comparten únicos en el afán del calor humano, conocer significa
amar, amar conociendo no sirve, no funciona, obstaculiza el crecimiento y al
primer encuentro inoportuno inimaginable, colapsa el mundo fantástico utópico
creado por nosotros mismo. Utiliza tu brújula, viaja, conoce, pero la verdad
sin conocer, sin viajar y sin brújula, no puede conocer el amor. Sin conocer el
terreno previo no se puede determinar, nada es de la nada ni de la sima, todo
tiene su lógica, su ecuación y su resultado. Escapa maldito ser, habla para
poder entender y entiende para poder escuchar, dile, no seas pánfilo, corre,
abraza y di, no te quedes nuevamente con esas estupideces que en el pasado
cercano no pudiste concretar. Salta y renace nuevamente Principito, CRECE Y
VERÁS ESE CUESTIONADOR INTELIGENTE, AQUEL QUE JAMÁS SE CANSA DE CONOCER, DE
CONOCERTE.